Rama y Sita - Símbolos del Amor Eterno en el Hinduismo

La trayectoria de Rama y Sita narrada en el Ramayana , una de las mayores novelas épicas hindúes escritas por Valmiki entre los siglos VIII y VI a. C., marca el nacimiento de uno de los rituales indios más famosos: Diwali , el Festival de las Luces que se celebra en la India. para celebrar y recordar el triunfo de la luz sobre las sombras, metáfora del conocimiento sobre la ignorancia.

Según el Ramayana , Rama era un príncipe heredero de Ayodhya, del reino de Kosala, que se destacó tanto por su valentía como por su belleza. Presentaba piel verde claro, cabello verde oscuro y ojos verde esmeralda, aunque en muchas representaciones se interpreta en azul, ya que se le considera el 7º avatar de Vishnu , el que protege el universo.

Sita se describe como la hija de Bhumi (madre tierra), que fue adoptada por el rey Janaka y la reina Sunaina de Videha (o Mithila ). Considerada un avatar de Lakshmi y estimada por sus virtudes, se le prometió que se casaría con quien fuera capaz de levantar y encordar el gran arco de Shiva . Levantándolo y doblándolo para unir el hilo sin esfuerzo, Rama lo rompió en pedazos, ganándose el amor de Sita y el derecho a casarse con ella.

Al casarse, se les impidió mantenerse en Ayodhya, una de las siete ciudades santas de la India ( Sapta Puri ), y fueron exiliados por el rey Dasharatha en honor a las promesas que le hizo a su esposa por salvarle la vida: desterrar a su hijastro. Rama del reino por 14 años y nombrar a su hijo Bharat, el más joven del rey, como sucesor al trono. Este pasaje comienza el viaje de Rama a un bosque en el sur de la India con Sita y Lakshmana, su hermano.

Ravana , el rey de los demonios con diez cabezas, veinte brazos, diez pares de ojos rojos que ardían como ascuas e hileras de colmillos amarillos, quedó encantado con la belleza de Sita y transformó al demonio Marecha en un ciervo dorado para raptarla. Encantada, Sita le pidió a Rama que lo capturara, quien con la ayuda de Lakshmana creó un círculo mágico a su alrededor para mantenerla a salvo; pero Sita fue nuevamente engañada por Ravana quien, bajo la apariencia de un anciano, la hizo salir del círculo de protección para llevarla a su isla Lanka .

Rama y Lakshmana siguieron un rastro de joyas dejadas por Sita para encontrarla y llegaron a Hanuman , el rey del ejército de monos a quien le pidieron ayuda. Hanuman voló durante mucho tiempo hasta que conoció a Sita en Lanka, quien le regaló una perla de su cabello para animar a Rama. Al regresar, reunió no solo a su ejército, sino a todos los animales para construir un extenso puente y librar la gran batalla que duró diez días.

Rama venció disparando una flecha al corazón de Ravana, con un arco sagrado dado por los dioses, y junto con Sita decidieron regresar a Ayodhya, ya que se habían cumplido los 14 años de exilio. Para celebrar la bienvenida, la población del reino de Kosala limpió las calles, las decoró con guirnaldas de flores de colores y el suelo con rangolis iluminados.

En cada ventana se encendía una diva (lámpara) para guiarlos hasta el palacio, dando la impresión de que había más luces en la ciudad que estrellas en el cielo. Este momento es uno de los más importantes en la cultura hindú y se celebra anualmente durante el otoño como el Festival de las Luces o Diwali , para recordar que la luz de la verdad y el bien siempre vencen al mal y a la oscuridad.

El Ramayana está entretejido en siete libros ( kandas ), 500 capítulos ( sargas ) y 24.000 versos, lo que lo caracteriza como una de las obras literarias más grandes de la India antigua. Y aunque la historia se construye como una epopeya, su narrativa es una metáfora de los valores del dharma y las relaciones humanas (familiares, amorosas y sociales). En este contexto, Rama y Sita encarnan el amor eterno en el hinduismo , construido diariamente con respeto, cuidado y amor incondicional.

Decorar los interiores con esculturas de Rama y Sita enseña sobre los desafíos que se encuentran en las relaciones, además de exaltar la victoria del amor en la unión perfecta de cuerpo y alma. Juntos potencian la energía amorosa de los ambientes, especialmente en la habitación de matrimonio, haciéndolas más bellas y llenas de energía.

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¡Namasté!

Milene Sousa - Arte y melodía